Los
Selk’nam, también llamados Onas, conservaban un estilo de vida nómade, la cual
no solo se dedicaba a la recolección de alimentos y a la caza, sino que también
poseían una cultura en torno a creencias celestiales y espirituales, en la cual
divinidad no tenía rasgos omnipotentes ni omniscientes, al contrario el manejo
del mundo pertenecía a espíritus de rangos medios o héroes míticos fundadores
de la Tierra.
Para
comprender la cosmología Selk’nam debemos saber que como la mayoría de los
pueblos originarios, su doctrina religiosa cultural se basa principalmente en
la observación del cielo, comprendiendo los fenómenos extraordinarios que
pasaban por sus sentidos, resultando una experiencia sensorial y deduciéndola
con un raciocinio primitivo. Todo esto da origen a creencias como la magia, el
totemismo, el tabú e incluso la brujería.
La cosmología:
La
cosmología entiende que el universo está organizado. Esa búsqueda del orden debe
trascender a la vida terrenal, impulsando relaciones sistemáticas entre el
origen del universo y la doctrina del comportamiento humano, ya que estos
provocan experiencias sensoriales entregando conocimientos a los seres humanos
a través de los sentidos, en ellos se basa su raciocinio, sensación de lo
infinito a objetos naturales grandes (símbolos), Durkheim dice: “No existe
religión alguna que no sea al mismo tiempo una cosmología, es decir una
especulación sobre las cosas divinas[1]”.
Los Dioses y Espíritus Selk’nam:
Para
los Selk’nam todo acontecimiento del universo lo atribuían a un espíritu
superior llamado Temáukel (Timaukel, Timauk) que significa “ser que está allá
arriba[2]”
Luego
venía Kenos, quien fue el primero de los howenh en habitar la Tierra. Es el
dios creador, organizador y civilizador en la mitología selknam, siendo la
deidad más importante luego de Temáukel. Fue enviado por este desde la Cúpula
Celeste a la Tierra primitiva, con la misión de organizarla y crear a los
antepasados mitológicos que darían forma a la Tierra.
Los
howenh, aunque son dioses, no eran reconocidos como tal por los selknam, sino
más bien como antepasados mitológicos, ya que la única divinidad como tal es
Temáukel. Constituyen las grandes fuerzas de la naturaleza y elementos
terraformadores, aunque antes de transformarse en dichos elementos existían
como humanos. Entre los más importantes están Kenos, el primero de los howenh;
Kwányip y Čénuke; Kojh, howenh del mar; Kren, howenh del sol; Kre, howenh de la
luna; Josh, howenh de la nieve; y Shenrr, howenh del viento.
Rituales Selk’nam:
Los rituales
practicados por los selk'nam, destacan los ritos funerarios y particularmente
la gran ceremonia del Hain, de la que fue testigo privilegiado el antropólogo
Martín Gusinde a inicios del siglo XX. El Hain era una compleja y larga
ceremonia en la que se iniciaba a los jóvenes a la edad adulta, y al mismo
tiempo se legitimaba la dominación de los hombres sobre las mujeres a través de
una gran
cantidad
de ritos, en los que jugaban un importante papel los espíritus que eran
encarnados por hombres enmascarados y pintados. Durante el curso de la
ceremonia, que se podía extender por varios meses, los hombres adultos
aterrorizaban a las mujeres a través de esos espíritus, a la vez que se les
narraba en secreto a los jóvenes los tiempos míticos en que las mujeres habían
dominado a los hombres y cómo éstos habían logrado predominar sobre ellas.
La
ceremonia del Hain funcionaba como una gran representación teatral destinada a
asegurar la sumisión de las mujeres, al mismo tiempo que entretener a la
comunidad. Por otra parte, estaba llena de ritos anexos y simbolismos relativos
a la mitología selk'nam de los "cielos", lo que la rodeaba de un halo
de sacralidad que contrapesaba el carácter teatral de la ceremonia.
El
complejo sistema clasificatorio que se derivaba de la creencia en los
"cielos" y en los antepasados míticos constituía de esta manera una
de las bases del ordenamiento social selk'nam. Los chamanes, denominados xo'on,
gozaban de gran prestigio en la sociedad selk'nam. Se creía que estaban dotados
de poderes sobrenaturales, los que ejercían en beneficio de su grupo a través
de la mediación de un espíritu llamado waiuwin. Durante las sesiones de
curación o en competencias chamánicas[3]
La
música era fundamental en cada ritual realizado por los Selk´nam, principalmente
centrada en la voz, con la que entonaban cantos individuales y colectivos.
Usaban algunos instrumentos simples como silbatos de hueso de pájaros, bastones
de madera percutidos, palos y cueros enrollados[4].
En
síntesis, la riqueza y complejidad de la cultura selk'nam no sobrevivió al
empuje de la colonización de la isla a fines del siglo XIX, pero sí dejo el
recuerdo de una cultura rica y versátil en unión con el universo, sus creencias
divinas y sus particulares rituales. Para seguir ahondando en este tema, el
chamanismo y la importancia musical en los rituales son fundamentales para
seguir aprendiendo del interesante comportamiento de selk’nam.
[1]Rito,
chamanismo y música Selknam.- http://www.memoriachilena.cl/602/w3-article-3687.html
Consultado el 30 de agosto de 2011
[2]MÚSICA
Y DANZA > SELK’NAM http://chileprecolombino.cl/arte/musica-y-danza/selknam/
, Bandera 361, Santiago, Chile 2012
[3] «Etnias
australes de Chile: Onas o Selk'nam». www.memoriachilena.cl
. Consultado el 30 de agosto de 2011
[4] DURKHEIM,
É., 1960 [1917]. Les Formes Élémentaires de la Vie Religieuse: Le Système
Totémique en Australie, 4a édición. París: Presses Universitaires de France.
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